martes, 27 de enero de 2009

Siete Manifiestos DADÁ



Éste hombre salía a la calle feliz, barbitúrico y seguro de lo que hacía, con un anaranjado cono en la cabeza, con único motivo de escandalizar a la burguesía, puritana, estéril e igualmente hedionda. Preguntaba a las jóvenes burguesas, ¿en la masturbación es más útil la imaginación? Cosas así, cuando en París la palabra pañuelo era considerada inmoral, por tener una estrecha relación con las mucosidades nasales (mocos).

¿Qué es DADÁ?, aquellas dos letras, que a la vez de bobas, redondas e interminables (bien puede uno continuar diciendo DADÁ y seguirá siendo lo mismo), pueden recordarle con la misma fonología al hombre lo siguiente: hombre, sí, tú, que te haces llamar Humanidá; tú eres una abstracción, una tontería, una maquinación estúpida de utopías irracionales, ¿psicología? ¡moda y psicología!, ¡Freud avanzando galanamente por la alfombra roja!, ¿cultura?, ¿qué cultura hay en éste mundo de supersticiones y prejuicios? ¡A la verga la cultura, las artes y las estiquetas de toda y cada cosa que sabemos del Universo! Éste hombre lo pensó, en la I Guerra Mundial, sentado en los arrabales de su pobreza, formulando el método de la desmoralización universal, que a mi parecer es un buen estimulante de la Libertad Humana, único camino hacia nuestra realización individual.

Todo estaba vinculado al pronfundo ASCO que aquel mundo propiciaba. Un mundo que inspiraba nihilismo, desesperación y descreencia.

Bretón después llegó a defecar las ideas prefabricadas, para moldarlas a gusto de las élites y los psicoanalistas (no menosprecio su trabajo, simplemente creo que la cagó).

Y bueno, para terminar:
DADÁ no es un método, DADÁ no es una manera, una forma o un estereotipo. Para mí, casi cien años después de La primera aventura celestial del señor Antipirina (1916), DADÁ es uno de los movimientos más puros y sinceros que a existido en la historia del arte.

Descargar Siete Manifiestos DADÁ (1921)

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